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Iglesia de Santo Tomás de Ollas arte reinos cristianos

El arte de los reinos cristianos a través del Camino de Santiago

Tras la caída del Imperio Romano de Occidente, los visigodos se hicieron con el control de la Península. La llegada de estos pueblos nórdicos transformó por completo la Hispania romana y asentó las fases del posterior feudalismo.

Sin embargo, las luchas internas provocaron que el poder del reino se debilitase. En el año 711, los musulmanes llegan a la Península Ibérica y los visigodos ceden su poder al califa de Damasco.

A partir de entonces el territorio queda dividido. Los reinos cristianos, que acababan de hacerse fuertes, no aceptaron el avance musulmán. Los cristianos huyeron hacia el noroeste peninsular y con el tiempo acabaron conformaron nuevos reinos y condados.

El reino asturleonés, el condado de Castilla, el de Aragón, el reino de Pamplona y los condados catalanes hicieron frente al avance musulmán a través de alianzas y continuas luchas. La Reconquista de Al Ándalus empezó a hacerse fuerte en el s. XI, cuando el Califato de Córdoba se dividió en pequeños reinos de taifas.

Pese a que el sur de la actual España está muy influenciado por la cultura árabe, el norte peninsular desarrolló su propia identidad. Dentro de los reinos cristianos, el arte que más progresó fue el del reino astur, que se mantuvo libre de invasiones musulmanas.

La vertiente francesa del Camino de Santiago atraviesa la península por Aragón, Navarra, La Rioja y Castilla y León hasta llegar a Galicia. Los territorios que conforman estas Comunidades Autónomas y antiguos reinos acogen grandes ejemplos del arte propio de esta época.

El arte asturiano

El arte asturiano aparece como heredero del visigodo, aunque desarrolla características propias. Pese a que en un principio se concentró en el reino de Asturias, con capital en Oviedo, acabó expandiéndose por otros territorios.

En torno al año 830, el rey Alfonso II el Casto, recibió la noticia de que Teodomiro, obispo de Iria Flavia, había encontrado los restos del apóstol Santiago. El rey astur no dudó en desplazarse hasta el lugar y alzar un pequeño santuario para proteger el hallazgo.

Sin embargo, el templo pronto se quedó pequeño y entre el año 872 y el 899, el rey Alfonso III el Grande construyó una iglesia mayor. Estos fueron los primeros vestigios de la actual Catedral de Santiago. De ese segundo templo, solo se conservan los cimientos y algunos restos.

Torres del Oeste en Catoira.

Torres del Oeste en Catoira.

Además de la basílica, otra construcción de estilo asturiano son las Torres de Oeste, en la localidad de Catoira. Se levantaron en la costa para proteger el territorio de las incursiones normandas que llegaban a través de la Ría de Arousa.

También en la actual Galicia se encuentran algunos templos rurales que seguían los cánones artísticos del reinado de Alfonso II. Estos demuestran la inspiración visigoda de este estilo y la influencia mozárabe que llegó hasta la zona.

El peregrino que finaliza el Camino de Santiago puede dedicar unos días a conocer Galicia en profundidad y visitar algunos templos de estilo astur en La Coruña, como el de Santiago de Mens.

El arte del reino de León

En el año 910, el rey Alfonso III de Asturias se vio obligado a abdicar y a dividir su reino entre sus tres hijos. Así nace el reino de León, que correspondió a su primogénito, García I. Tras varias incursiones contra los musulmanes, los dos hijos mayores fallecen y el pequeño hereda las tierras de sus hermanos. De esta manera se conforma un reino que abarcaba el antiguo reino de Asturias, el de León y Galicia.

Con la llegada de los musulmanes, los hispanorromanos que decidieron quedarse en el territorio y seguir conservando su lengua y religión pasaron a denominarse mozárabes. Estas gentes acabaron adoptando algunas costumbres propias de los invasores, creando una mezcla de estilos.

Los mozárabes fueron clave a la hora de repoblar algunas zonas fronterizas entre los reinos cristianos que iban surgiendo y Al Ándalus. Las tierras que bañan el río Duero son un ejemplo de ello.

Ante su llegada, los reyes fomentaron la donación y concesión de territorios, lo que fomentó la creación arquitectónica de fundaciones monásticas. El Camino de Santiago atraviesa la comarca del Bierzo a partir de la etapa 22, en sus tierras se encuentra la iglesia del monasterio de Santiago de Peñalba. El empleo de contrafuertes denota una clara influencia asturiana, sin embargo, la presencia de los arcos de herradura y el uso del alfiz deja constancia de las raíces del arte musulmán.

Iglesia de Santo Tomás de Ollas

Iglesia de Santo Tomás de Ollas.

Cerca de la localidad de Ponferrada se encuentra la iglesia de Santo Tomás de Ollas. Un templo construido con mampostería que, pese a la sencillez de su exterior, acoge una gran riqueza decorativa interior. La disposición del ábside y la arquería ciega de herradura muestra la influencia musulmana.

Una de las grandes joyas de esta época se localiza en el extremo oeste del antiguo reino de León. En Orense se encuentra el oratorio de San Miguel de Celanova. Los arcos de herradura y el ábside bajo alfiz hacen honor al arte musulmán, pero la rudeza del exterior y los volúmenes son propios de las empresas asturianas.

Los vestigios mozárabes de Castilla

En el siglo X, el condado de Castilla sufrió grandes cambios políticos. El reino de León era el encargado de designar a los condes castellanos. Sin embargo, el conde Fernán González se sublevó ante esta idea y consiguió la independencia de Castilla.

En esta época, el arte que predominaba en las tierras castellanas era el mozárabe, mezcla de la tradición hispanorromana y la influencia musulmana. Uno de los ejemplos más representativos es la iglesia del monasterio de San Millán de la Cogolla, en La Rioja.

Este templo se levantó en el año 929 ante unas grutas de tradición visigótica. Los restos actuales muestran que podía tratarse de dos espacios separados por arcos de herradura y techo de madera.

La arquitectura en Navarra

En el reino de Navarra, como en el de Aragón y los condados catalanes, el arte mozárabe no llegó a asentarse. La arquitectura de la época se engloba dentro del estilo prerrománico que surgirá a continuación.

Entre los restos más destacados aparecen los del santuario de San Miguel de Aralar, al norte de Navarra, y el monasterio de Leyre, a 50 kilómetros de Pamplona. En el Museo de Navarra se conservan algunos relieves de la época pertenecientes a la iglesia de San Miguel de Villatuerta. El peregrino puede apreciar, tras finalizar la tercera etapa, el de un cristo crucificado con barba y túnica corta.­

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