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Catedral de Santiago de Compostela

La Catedral de Santiago: siglos de historia y construcción

El origen de la Catedral de Santiago se remonta a la historia de la inventio, el descubrimiento de los restos del apóstol Santiago. Los discípulos de Santiago el Mayor le dieron sepultura en el monte Libredón, y allí yació hasta que entorno al año 830, el obispo de Iria Flavia, Teodomiro, encontró su cuerpo.

Al obispo le informaron de un avistamiento de luces extrañas en un bosque de su diócesis. E intrigado por tal fenómeno se trasladó hasta allí, donde encontró unos restos, los del apóstol Santiago.

Ante tal descubrimiento no tardó en informar de su hallazgo al rey de Asturias, Alfonso II. El monarca organizó una comitiva y se trasladó hasta el lugar. Para algunos fue la primera peregrinación al sepulcro del Apóstol. Una vez allí, Alfonso II confirmó que los restos hallados pertenecían a Santiago el Mayor, y ordenó construir una iglesia para darle culto.

En seguida el templo construido se quedó pequeño para acoger a todos los feligreses que se acercaban a rendir culto. Entre el año 872 y 899, Alfonso III El Grande, sobrino del rey anterior, mandó construir una iglesia mayor en estilo visigótico, con tres naves y de grandes proporciones.

Esta segunda iglesia fue destruida en el año 997 por el ataque del caudillo árabe Almanzor, que le prende fuego y roba sus puertas y campanas. El rey Bermudo II y el obispo San Pedro de Mezonzo consiguieron reconstruirla en torno a 1003, en un estilo prerrománico.

En el siglo XI, cobra fuerza la peregrinación hacia Santiago de Compostela y se establece geográficamente el conocido como “Camino de Santiago”. Fue el auge de la peregrinación y la riqueza de la ciudad lo que permitió construir un cuarto templo sobre los restos de Santiago el Mayor, la actual Catedral de Santiago de Compostela.

Catedral de Santiago de Compostela

Catedral de Santiago de Compostela

¿Cómo y cuándo se conformó el templo actual?

En el año 1075, durante el reinado de Alfonso VI, rey de Castilla y León, siendo obispo de Santiago Diego Peláez, empieza a tomar forma la catedral actual. Diseñaron una gran catedral románica inspirados por el estilo que llegaba a través del camino.

Desde un origen, la nueva catedral se concibió como una iglesia de peregrinación. La diseñaron para acoger a los peregrinos sin que se vieran afectados los oficios. Por ello se planteó una planta de cruz latina, con un enorme crucero y una gran cabecera con una galería por la que los feligreses pudieran transitar.

La construcción se vio paralizada en 1088, después de que el obispo Peláez, supervisor de las obras, fuera retirado de su cargo. Diego Gelmírez, fue su sustituto, y consiguió impulsar de nuevo la construcción.

Durante el mandato del obispo Gelmírez, de 1100 a 1122, se terminó de construir la primera catedral románica. El obispo mandó decorar con grandes programas escultóricos las dos puertas de los cruceros de la catedral. La Puerta de las Platerías y la Puerta de la Azabachería acogieron esculturas dirigidas a instruir a los peregrinos que terminaban allí el camino. El Papa Alejandro III otorgó al santuario la absolución plenaria para todo aquel que la visitase en Año Santo en el 1122.

La catedral pronto se encontró con problemas debido a la fuerte inclinación del terreno. Por ello, en el año 1168, el rey Fernando II de León contrata al maestro Mateo. El arquitecto mandó derribar los pies de la catedral con su fachada y construyó en su lugar un gran pórtico que se levantaría sobre una cripta. De esta manera consiguió nivelar la construcción y salvar los problemas de inclinación. Pero su mayor aportación fue la entrada oeste de la Catedral, con la decoración escultórica del Pórtico de la Gloria.

En el año 1180, el maestro termina el Pórtico y no es hasta 1211 cuando se celebra la consagración de la Basílica, en presencia del rey Alfonso IX. Con el tiempo a la estructura principal se fueron añadiendo nuevas capillas en función de las necesidades de culto. A la Catedral se le procuraron algunas renovaciones inspiradas por los estilos gótico y renacentista. En el siglo XIV la basílica adquirió un carácter de fortaleza y se construyeron más torres defensivas, como la actual Torre del Reloj.

En 1660 la Catedral de Santiago sufrió la mayor transformación estética, inspirada por el estilo Barroco. Durante este periodo se transformó el altar mayor y la cúpula, también se dio forma a los órganos y se trazó el lienzo de la Puerta Santa. La Torre del Reloj fue embellecida y se constituyeron las cuatro plazas que rodean a la catedral: la del Obradoiro, la de la Quintana, la de las Platerías y la de la Azabachería.

La construcción de la fachada del Obradoiro acabó de transformar por completo la estructura de la Catedral. Su obra culminó en 1750 y desde entonces todo peregrino que llega por el Monte do Gozo puede reconocer su imponente silueta.

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