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Retablo del monasterio de San Benito el Real en Valladolid. Escultura y pintura renacentista

La escultura y pintura renacentista

El Renacimiento es un estilo artístico que surge en Italia durante el siglo XV. Este arte se extendió por toda Europa y llegó a España gracias a las relaciones que estableció el Camino de Santiago.

En la Península se asienta de manera tardía. No será hasta el siglo XVI cuando se abandone el arte gótico y empiece a desarrollarse el estilo renacentista. En este momento muchos españoles que habían ido a estudiar a Italia regresan y empiezan a trabajar y a labrarse un nombre.

La escultura

La escultura renacentista en España está marcada por una temática exclusivamente religiosa. Siguiendo la tradición gótica, tuvo una función didáctica. Pese a que el Renacimiento se aleja de teocentrismo para situar al hombre en el centro del universo, en la escultura renacentista española, continúa teniendo un carácter religioso.

De esta época se conservan sobre todo sepulcros de mármol y retablos. Pese a que se aleja del trazado del Camino de Santiago Francés, el mejor ejemplo de escultura renacentista es el Santo Sepulcro de los Reyes Católicos en la Capilla Real de Granada de Domenico Fancelli.

Sepulcro de los Reyes Católicos. Foto: Real Capilla de Granada

Sepulcro de los Reyes Católicos. Foto: Capilla Real de Granada.

A mediados del siglo XVI la escultura cobrará una mayor expresividad y se desarrolla el Manierismo, con Valladolid como principal centro artístico. Los peregrinos que a su paso por Castilla y León puedan desviarse del Camino, deben visitar algunas de las obras de Alonso Berruguete.

El retablo del monasterio de San Benito el Real en Valladolid es una de las obras maestras de este escultor palentino. Actualmente puede visitarse en el Museo Nacional de Escultura en Valladolid.

Pintura renacentista

En el ámbito de la pintura, el Renacimiento se desarrolla plenamente durante el siglo XVI. Aparecen grandes artistas formados en Italia que dejan un importante legado. Las influencias de grandes artistas internacionales como Leonardo Da Vinci, Miguel Ángel y Rafael calaron mucho en las obras españolas.

La técnica más empleada fue el óleo sobre tabla, aunque se va introduciendo poco a poco el lienzo. El Renacimiento penetró en la Península a través de Valencia. El primer artista en introducir la pintura renacentista fue Pedro Berruguete, quien introdujo la técnica de la perspectiva.

De esta época destaca la figura de El Greco, que en 1576 llega a Toledo para trabajar. El último tercio del siglo XVI está marcado por sus obras, que se componen de grandes retablos de iglesias y algunos retratos.

Entierro del Conde Orgaz de El Greco.

‘El entierro del Conde Orgaz’ de El Greco.

Su obra El entierro del conde Orgaz es una de sus obras maestras. Se encuentra en Toledo, en la iglesia de Santo Tomé. Sin embargo, su legado destaca por un grupo de retratos con fondos neutros. Entre ellos, El caballero de la mano en el pecho es considerado uno de los símbolos del Renacimiento español.

La mayoría de estas obras se encuentran en el Museo del Prado de Madrid. Por tanto, el peregrino que quiera disfrutar de ellas deberá visitar la capital. La figura del apóstol Santiago no cobra apenas protagonismo durante el Renacimiento. El Románico es arte del Camino de peregrinación y no será hasta el Barroco cuando su figura vuelva a cobrar cierta relevancia.

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