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Apoteosis de San Benito. Pinturas de San Martiño

Las pinturas de San Martiño Pinario

La pintura gallega y la calidad de sus obras ha sido puesta en entredicho en numerosas ocasiones por críticos como Manuel Murguía o Couselo Bouzas. Sin embargo, en el corazón de Santiago de Compostela se encuentra la colección de pinturas de San Martiño Pinario.

Este monasterio tiene la colección de obras más alabada por los mismos críticos que también cuestionan la calidad de las pinturas gallegas. La sacristía de su iglesia acoge la mayoría de las obras de la colección.

Los cuadros pertenecían a la orden benedictina, antes de la desamortización, por lo que los monjes tuvieron un importante papel como mecenas del arte. En el siglo XVIII, los monasterios disponían de unas importantes rentas de carácter patrimonial que podían dedicar a embellecer los espacios bajo su cargo.

No existen referencias sobre un gremio de pintores compostelanos, por lo que los estudiosos concluyen que los artistas trabajan en sus casas y talleres. Debido a esto, no hay registros de los encargos que los monjes pudieron hacer durante estos años.

Los desposorios de la Virgen. Autor Anónimo

Los desposorios de la Virgen. Autor Anónimo.

Las obras de San Martiño

Las pinturas que se conservan en la actualidad llenan las paredes del monasterio y representan los ciclos de la vida de los santos. Con estas obras se trataba de perpetuar la trayectoria que tanto los monjes como los fieles debían seguir.

En este momento, la pintura adquiere una función didáctica, al igual que ocurre con los retablos y la sillería del coro. Teniendo en cuenta que los monjes eran quienes encargaban las obras, no es de extrañar que San Benito y Santa Escolástica sean las personalidades más representadas.

San Benito de Círculo de Juan Antonio García de Bouzas

San Benito de Círculo de Juan Antonio García de Bouzas.

Los benedictinos también sentían una gran devoción por la Virgen María. Concretamente, los monjes compostelanos de la Orden debían su advocación a Nuestra Señora del Socorro, de la que también se conservan algunos lienzos.

Una de las joyas del monasterio de San Mariño Pinario es la obra de la Virgen del Socorro del pintor madrileño Claudio Coello. El cuadro data de 1678 y representa el milagro que recoge una de las Cántigas de Alfonso X sobre esta Virgen. En un brazo, acoge al niño Jesús desobediente, mientras que con el otro atiza un palo al demonio que quiere llevárselo.

La Virgen del Socorro de Claudio Coello

La Virgen del Socorro de Claudio Coello.

Un cambio en la temática

A partir del siglo XIX se produce un cambio en la temática pictórica. De la temática puramente religiosa, se da paso a las obras laicas. Las representaciones devotas se ven eclipsadas por escenas costumbristas y cotidianas, además, cobra un fuerte protagonismo el retrato.

Atendiendo a esta tendencia, y tras la fundación del Seminario compostelano en el monasterio, se realizan una serie de retratos. Los protagonistas serán los nobles y grandes personalidades de la época, como teólogos destacados.

Papa Leon XIII de José María Fenollera Ibañez

Papa Leon XIII de José María Fenollera Ibañez.

En todos cobra un fuerte protagonismo la precisión por el dibujo y la obsesión por reproducir todo tipo de detalles. Uno de los más destacados es el del papa León XIII. El cuadro se encargó como signo de agradecimiento por haber concedido al Seminario la opción de conferir grados mayores.

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