San Paio de Antealtares: el monasterio más antiguo de Santiago
El Monasterio de San Paio de Antealtares está situado en la Plaza de la Quinta, en las inmediaciones de la Catedral. Tiene su origen en una pequeña comunidad monacal masculina fundada por el rey Alfonso II el Casto, y es el monasterio más antiguo de Santiago de Compostela.
Desde el principio se denomina Antealtares porque su iglesia contaba con tres pequeños altares. Estos estaban dedicados a Cristo Salvador, San Pedro y San Juan Evangelista y se encontraban posicionados ante la tumba del Apóstol.
El origen del monasterio
El rey Alfonso II funda el monasterio en el año 830, poco después del descubrimiento de los restos de Santiago el Mayor. En un origen, estuvo bajo la advocación de San Pedro y los monjes de la comunidad tenían como función custodiar y organizar el culto del Apóstol.

Dibujo del monasterio. Foto: Santiago Turismo.
Esta función estaba recogida en la Concordia de Antealtares, un documento compostelano del año 1077. Es la fuente más antigua que relata el descubrimiento de los restos del Apóstol y el inicio de la construcción de la Catedral románica en el 1075.
En este documento, se firma un acuerdo entre el obispo Diego Peláez y los miembros del monasterio para sellar que los monjes orarían en todo momento supra corpus Apostoli. Además, ante la construcción de la Catedral, los monjes asumirían dejar de percibir ofrendas y tuvieron que desplazar su centro, coincidiendo con la actual Plaza de la Quintana.
El nuevo monasterio empezó a levantarse en el siglo XI y pasa a manos de los monjes benedictinos. En tiempos del arzobispo Diego Gelmírez, el monasterio deja de tener una función de custodia del sepulcro y deciden cambiar su advocación a San Paio.
San Paio de Antealtares
San Paio fue un niño que murió martirizado en Córdoba durante el emirato de Abderramán III. Como muestra de advocación, su imagen degollada preside la fachada principal del conjunto.

Portada del monasterio con San Paio degollado. Foto: Santiago Turismo.
A finales del siglo XIII, el monasterio vivió una época de decadencia que duraría hasta finales del siglo XV. El edificio se encontraba en ruinas y los Reyes Católicos deciden suprimirlo y lo integran a San Martiño Pinario.
En 1495, el mercader Lope Gómez de Marzoa trata de crear un colegio para estudiantes pobres y trasforma el edificio en el primer colegio compostelano. Esta será la semilla de la posterior Universidad renacentista de Galicia.
En 1499, los monjes benedictinos se marchan del monasterio y este es ocupado por las monjas benedictinas de clausura. El nuevo convento también se dedicó a San Paio y se convirtió en uno de los más relevantes de Galicia. Actualmente, las monjas de clausura continúan habitando en el edificio.
La construcción actual
El primitivo edificio fue derrumbado y el actual data de entre 1599 y 1744. El monasterio es de estilo barroco y cierra la Plaza de la Quintana con un gran muro que da a las dependencias conventuales.

Dependencias conventuales y la Plaza de la Quintana.
En el centro del muro, se dispone una lápida con una inscripción que recuerda al Batallón Literario, organizado por estudiantes universitarios durante la guerra contra las tropas de Napoleón.
Al otro lado del monasterio, se encuentra la fachada de la Puerta de los Carros, también conocida como Puerta de la Borriquita. Esta denominación hace referencia al relieve que acoge la fachada, en el que se presenta a la Virgen sentada en una borrica huyendo de Egipto. En la portería, los peregrinos pueden comprar los dulces que elaboran las monjas benedictinas. Desde pasta de té y almendrados a la famosa tarta de Santiago.
La iglesia
La iglesia de San Paio de Antealtares data del siglo XVII y ocupa la parte norte del complejo. Está construida en sillería de granito y tiene planta de cruz griega, algo inusual en la arquitectura gallega. Presenta una fachada monumental presidida por San Paio mártir a la que se accede desde la parte superior de las escaleras de Quintana.
En su interior, destacan los numerosos altares de estilo barroco. El Retablo Mayor, obra de Castro Canseco, está dedicado a San Paio e incluye algunas referencias a Santiago el Mayor y a San Fernando a caballo.

Iglesia de San Paio de Antealtares. Foto: Santiago Turismo.
A través de la iglesia, el peregrino puede acceder al Museo de Arte Sacra. En él se conserva el primitivo altar que en su origen acompañaba al sarcófago del Apóstol. El obispo Gelmírez lo regaló al convento tras sustituirlo por otro más grandioso en la Catedral.